): la vendimia se realiza de forma mecánica y nocturna, con la intención de mantener la frescura del fruto y evitar oxidaciones. Una vez recolectada, la uva es tratada en bodega de forma rápida para impedir perdidas de calidad. El prensado se realiza de forma suave y en ambiente inerte, para evitar oxidación de aromas, y con separación de mostos en función de su calidad, para proceder después a su desfangando, donde se separa la parte más densa y sucia del mosto (fangos) por decantación en frio, dejando los mostos limpios para pasar a fermentación. La fermentación tiene lugar de forma supervisada, con levaduras seleccionadas y control de temperatura (14 - 17ºC) durante 10/15 días en dos materiales que forman parte de la bodega:
o El primero son depósitos de acero inoxidable, donde existe un control absoluto de la temperatura y, por tanto, de la velocidad a la que tiene lugar la fermentación alcohólica. Los vinos elaborados en este material destacan por tener una nariz limpia, compleja y muy intensa en aromas.
o El segundo tiene lugar en depósitos de 9.700 litros de hormigón, material que favorece el contacto del vino con las lías y que gracias a su porosidad ayuda a conseguir vinos de gran volumen en boca, perfectos para mezcla con los vinos elaborados en inox.
Después se realiza una crianza sobre lías durante 3 a 4 meses de los vinos en ambos materiales, donde se promueven removidos frecuentes para favorecer el contacto de lías y vino buscando aumento de volumen en boca.
Por último, uno de los ingredientes más innovadores y diferenciadores de Beronia es la capacidad de almacenar mosto, con la que se retrasa parte de la fermentación alcohólica hasta la primavera del año siguiente a su recolección, consiguiendo vinos recién fermentados y llenos de frescura e intensidad cuando otros vinos empiezan a estar ya maduros. De forma natural se consigue que Beronia Rueda llegue al consumidor siempre fresco, joven y renovado a medida que evoluciona su venta en el mercado